De Asturias al Santiago negro.

Tierra,mar y aire. Todo en uno en las playas asturianas. Se ve,San Antolín.Playa casi desierta (casi) junto a la carretera y que solo goza de nombre de playa unas breves horas,ya que el agua la devora a gran velocidad.
Olas del Cantábrico.Impulsadas por fuertes fuerzas invisibles. Sus aguas frías te cortan la cirulación durante unos preciosos segundos en los que un escalofrío recorre todo tu cuerpo. Deseé poder guardar ese momento para siempre. recordar mi rincón favorito de España. Mi Asturias querida . Como diría el propio himno..
"Asturias, patria querida
Asturias, de mis amores
¡quién estuviera en Asturias
en todas las ocasiones!"
Mi viaje tomó rumbo a una zona que solía ser igual de verde.Galicia. Pero la estupidez (por decir algo bonito) de unos desalmados lo convirtió en un paisaje negro. Santiago de Compostela estaba reodeado de llamas.El olor a chamusquina recorría la ciudad,las habitaciones,e impregnaba la ropa. gente llorando mientra rezaba en la catedral.Sus lágrimas se teñían de negros recuerdos frente al fuego que un día antes d emi llegada habí rozado al un barrio exterior de la ciudad. El humo resecaba los ojos casi continuamente. En las playas no permitían el baño por lo hidroaviones que pasaban practicamente cada 15 minutos. La autopisata llegó a ser cortada por un incendio descontrolado. Pero pese a todo,brillaba el sol,una luz con esperanza.Esperanza que fue acogiada tras unos días de extrema angustia y dolor. Las nubes cubrieron el cielo y unas gotas cayeron. Cambió la cara de mucha gente,había lágrimas pero de algo parecido a "felicidad".La lluvia trajo la paz.